miércoles, 11 de mayo de 2011

Sexo gratis con teibolera de night clube

Despertar desnudo en un hostal junto a una teibolera de un nig clube fue una experiencia gratificante, donde el sexo y el alcohol se fusionaron en una metamorfosis  de anécdotas graciosas e inesperadas.
El chasquido de dos dedos marco el inicio de una noche de decepción y osadía. Los ánimos estaban caídos,  acababa de terminar con mi enamorada y deseaba liberar ese sentimiento angustioso de soledad.
Con el crujido de los dedos se acompaño la frase: “escojan a cualquiera de ellas…son todo para ustedes”. Pero elegir a una de ellas, era como elegir con los ojos vendados debido a que las ráfagas de luces de colores no permitía distinguir la belleza y la forma.
Sentados en los sillones y con ánimos de divertirse a fondo empezó la chachara, sin embrago en mi mente se poso la altanería  del amorío, más que un reto quise comprobar algunas técnicas de conquista cuyo producto tendría que darme como resultado besos, caricias, abrazos  y porque no sexo gratis.
Las primeras jarras se habían absorbido en cada trago que se intercalaba con una conversa que segundo a segundo  iba rompiendo el hielo. La estrategia estaba trazada, sabía que  en ese lugar todo el mundo las trata como objetos de liberación sexual y se amparan en el derecho de consumir, por ende pueden tocar cualquier parte de ellas.
Me había preguntado qué pasaría si uno las trata como unas verdaderas damas, además se les ofrece caballerosidad y algo de picardía. La formula se puso en práctica, desde el momento que estuve a su lado no intente tocarla y la conversa era centrada en lo que me había sucedido, respecto a mi ex.
En el otro mueble a mi lado derecho estaba un amigo mío junto a otra flaca que también trabaja allí y nos acompañaba. Mi gran amigo hacia alardìa  de sus jugueteos con su acompañante y para colmo me hacia la invitación de imitar sus toqueteos y sus besos forzados.
Ambos al  mirar esas escenas decidimos darnos un beso en la mejilla como fieles amigos, pero siguiendo mi plan y con la cuenta de jarras perdidas, le hice una sugerencia de un beso el cual solo podría concretarse si ella lo deseaba, de lo contrario lo aceptaría sin modificar mi conducta o algo por el estilo. Ella accedió y no solo me dio uno en la mejilla sino también en los labios.
Parte del floro había consistido en el creer en el pre determinismo donde todo encaja no importando el lugar, situación  y contexto…por lo tanto ese momento estaba reservado para los dos. La inspiración lo había puesto en jacke.  Ella termino estrechando sus manos junto a las mías, además recompensándome por cada palabra con besos y abrazos, propios de una pareja.
En todos los brazos y besos mis manos no tocaron alguna parte íntima de ella, aunque me acosaban  las ganas de convertirme en ginecólogo o depravado sexual. Era difícil contener la situación debido a las grandes cantidades de ingesta de cerveza.
La hora se aproximaba  a las 5 de la mañana, ella empezó a bailar para mí, el roce de su cuerpo junto al mío hizo  explotar  mis feromonas  y ambos entramos en una química sexual de toqueteos y besos con ansías de saciarlos en una cama o en fin en cualquier lugar.
La historia estaba escrita solo faltaba concretar , la hora de la retirada había llegado, al sugerir mi retirada volteo la mira directo a mis ojos y con una voz sensual me pidió que me quedara solo 20 minutos más porque esa era el tiempo que requería para  su salida, pero su petitorio no termino allí sino que me invito a ir a su cuarto: “sales de acá y te vas al hotel la posada,  pides una cerveza, y le dices a la chicha que vas de mi parte, allí me esperas”.
Apelando a mi sinceridad le dije: “bueno…y cuanto me va costar quedarme en tu cuarto, la verdad es que ya no tengo dinero…”, con una mirada sonriente me dijo nada, solamente que no quiero que aun termine este momento que estaba reservado para los dos.
Consumida la ultima jarra de cerveza, siguiendo sus consejos de ignorar despedirnos. Al salir me encamine al hostal, al llegar concrete lo que indico. Estaba esperando unos 15 minutos y no llegaba, daban las seis y media de la mañana aproximadamente…pensé que no llegaría…como por arte de magia resulto abrazándome por la espalda.
En la sala de atención del hostal donde la esperaba me dio un baño de besos y caricias, es mas se quejo conmigo cuando un conocido de ella la coqueteaba. Después de tomar un breve desayudo subimos a su cuarto

Subir cada una de las gradas hasta el tercer piso donde estaba su cuarto término desorbitándome y la borrachera concretaba su estado extaciante, al entrar un televisor plasma lcd ocupaba gran parte de la habitación, su cómoda  junto a un montón de colonias y accesorios femeninos complementaban el lugar
Si la mente no me falla empezamos a besarnos y arrancarnos la ropa, pero en mi sano juicio supe que hacía falta protección.  Mirando su cuerpo desnudo y con el pene erecto le pregunte: “tienes condones”, su respuesta algo incomoda fue no…compra al asistente.
Al ponerme la camisa para  llamar a recepción por atención me fije en su cuerpo…su zona pélvica estaba peladita, su color bronceado hacia juego con la consistencia de su cuerpo, una piel durita producto del gimnasio alborotaba aun mas mis hormonas.
Al llegar la atención tocaron la puerta Salí medio cuerpo y vi a un tío que me pregunto que necesitaba,  el pendejo como si lo hubiesen adivinado  me dijo preservativos, si respondí, son 10 lucas por cada uno y son dos los únicos que me quedan.
Como no tenía alternativa  me deje estafar  porque el día estaba encima y tenía que regresar a las 9 de la mañana y solo me quedaban dos horas.  Caballero le pague, al regresar a la cama ella me esperaba boca abajo, en primera me puse el condorito y me lancé a las tetas que por cierto estaban duritas y de regular tamaño,  justo a mi gusto.
Al pasar las manos por sus caderas pude notar la figura de cuerpo a cabalidad, luego ella subió encima y empezó a chuparme el miembro viril, tenía un arte al hacerlo pues no permitía que sus dientes rocen con el glande.  Sus movimientos eran  armónicos con sus gemidos, luego cambiamos de pose…pasando encima yo…AMNESIA
AMNESIA…eso fue lo que paso…al despertar aproximadamente a las 11 de la mañana, aun borracho, lo observe  envuelta con una sabana. Al disponerme a pararme, me di cuenta que algo extraño había en mi pene, era el condón que no tenia rasgos de haber eyaculado. Inmediatamente lo quite y tire bajo la cama, al dirigir la mirada hacia mi terno observe un rollo de cheches que estaba  entre mi corbata.
La dudo se posiciono de llevarlo o dejarlo, al fin ella estaba bien dormidita o eso pensé… la historio había sido hermosa como para cometer tal acto así que me cambie  y decidí desaparecer en  un misterio e ignorar aquella noche por completo.
 
Autor: Historias de Sexo y Placer.